¿Debería asociarme para emprender?
Muchas personas quieren tener un negocio y una de las grandes preguntas que se hacen es si lo deberían hacer solas o más bien asociarse para emprender esta aventura.
Me parece que si el negocio usted lo entiende muy bien, cuenta con lo necesario para echarlo a andar y los recursos que no tiene los puede contratar o conseguir, probablemente no necesite de un socio.
Hay otros momentos en que la consideración es distinta y ahí yo apelo al proverbio africano que dice: “si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado.”
Algunas de las consideraciones para buscar asociarse en un proyecto empresarial pasan por:
- Complemento de habilidades y conocimientos en áreas críticas del negocio.
- Se requiere de ciertos contactos que el fundador no los tiene.
- Eventualmente podría necesitarse un recurso estratégico.
- Insuficiencia de dinero o financiamiento para realizar el negocio.
- Un solo propietario no puede llevar toda la carga de trabajo.
En el análisis no sólo se debe considerar lo que no se tiene sino también otros elementos que uno o varios accionistas podrían aportar:
- Apoyo para lograr que las cosas sucedan.
- Un equipo de trabajo comprometido.
- La reputación de la comunidad de accionistas.
- Sinergias en el emprendimiento.
Claramente, al integrar uno o varios dueños habrá una pérdida de control, se deberán compartir las utilidades y podría haber conflictos de interés; todos estos elementos debemos valorarlos.
Las investigaciones apuntan a que las compañías que tienen un excelente equipo de propietarios logran mejores resultados en ventas, mercadeo, innovación y crecimiento que los negocios que se emprenden en solitario.
Entonces surge la pregunta: ¿qué debo buscar en un socio para integrarlo a mi negocio?
Desarrollar una empresa consume mucho tiempo, por lo que la persona que usted busque debe congeniar con usted, empatar a nivel de valores, tener afinidades en común, y en general llevarse bien. Adicionalmente, es muy importante que se complementen, que uno tenga lo que el otro no tiene, por ejemplo uno es muy buen vendedor y tal vez el otro no tanto; o tal vez una persona maneja muy bien el personal y a la otra le cuesta más esta situación.
En el proceso se debe construir una visión compartida que esté clara para todos los asociados, y que todos trabajen para lograrla. El fortalecer la comunicación va a ser determinante para que las relaciones de largo plazo se consoliden y el proyecto empresarial florezca.
Al iniciar el proyecto cada accionista debe estar claro de qué puede aportar y manifestárselo a los demás, así como a qué está dispuesto y qué cosas no quisiera hacer o sacrificar.
La distribución de las acciones será otro tema delicado que hay que atender. ¿Si yo soy quien generó la idea de negocio debería tener una participación mayor que los demás? ¿Deberíamos estar todos en la misma proporción accionaria? ¿Debo buscar mantener el control? Estos son temas que hay que aclarar y tratar de que el acuerdo sea beneficioso para todos.
Si usted encontró esa persona o personas con las que usted cree que podría emprender un negocio por muchos años le recomiendo algunos elementos para que las cosas funcionen bien:
- Desde el inicio deje claras las reglas del juego, qué quieren lograr, que va a aportar cada uno, qué cosas pueden hacer y qué no.
- Dejar claros los roles y las responsabilidades se vuelve vital, esto va a ayudar a que no se generen malos entendidos por estar esperando algo del otro y facilita que el equipo trabaje en armonía.
- Sin lugar a dudas cada uno debe cumplir con sus responsabilidades para que la relación se fortalezca. En el momento en que uno se desinteresa del proyecto o por múltiples situaciones no cumple con lo pactado se va a generar una gran fisura en la comunidad y accionistas. Si usted no puede seguir adelante dígalo y trate de hacer una salida ordenada de la organización.
- Trate de desarrollar algunas actividades fuera del negocio que fortalezcan el vínculo con los otros. Salir a comer, realizar algunas actividades deportivas o propiciar la comunicación puede ayudar mucho a la relación.
- Hay personas que van a influir: sus padres, sus esposas o novias, sus amigos. Es importante entender qué les preocupa y estarlo conversando, pues un mal manejo con cualquiera de ellos puede deteriorar la relación entre los accionistas.
Si usted logra conseguir las personas ideales y desarrollar este proceso adecuadamente, logrará consolidar su proyecto; lo invito a que considere tener un socio.
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